Las personas mayores no pueden  comenzar a mover el cuerpo despues de años de no hacerlo sin antes tomar las debidas precauciones, entre las que hay que tener en cuenta las siguientes:

- Preguntar al médico si podemos hacer deporte

- Elegir un ejercicio moderado

- Hacer el ejercício de forma progresiva

- Dedicarle el mismo tiempo todos los días que lo hagamos

 

Es muy importante recalcar que es mucho más efectivo hacer media hora de deporte cada día en lugar de hacer media hora un día, otro nada y otro una hora, pues el descompas no es bueno para el cuerpo ya que las personas tendemos a coger hábitos, y es mejor habituarnos a un ritmo similar todos los dias.

Si no podemos hacer ejercício a diario, y tenemos que hacerlo cada dos días, es mejor que sigamos siempre cada dos dias y no saltarnos el día que nos toque para luego hacer gimnasia dos días seguidos.

 

 

Una buena manera de comenzar a hacer deporte casi sin esfuerzo

 

Si no estas acostumbrado a mover el cuerpo, lo mejor que puedes hacer es andar, puesto que no es recomendable correr, ya que las articulaciones y los músculos, y en general el cuerpo se verán resentidas ante el cambio brusco que requiere este deporte, y andar es una manera saludable de mover el cuerpo y al mismo tiempo permite hacerlo de forma gradual, incrementando poco a poco la distancia y subiendo el ritmo, es decir, andar mas despacio los primeros días e incrementar este ritmo poco a poco hasta alcanzar los seis kilometros por hora.

 

Otra manera de hacer ejercicio sano es hacer bicicleta estática, y la mejor forma para los mayores es hacerlo sentado en el sillón y colocar los pies sobre una minibike o minibicicleta estática de forma que podamos pedalear mientras estamos sentados cómodamente.

 

Además estas minibicis incorporan un motor eléctrico que resulta muy práctico de utilizar, ya que basta con colocar los pies en los pedales y accionar el mando a distancia para que sea la bicicleta quien lleve nuestros pies.

 

El resultado es el mismo que si pedaleamos nosotros, ya que movemos exáctamente los mismos músculos y huesos, pero con la ventaja de tener una ayuda, en este caso el motor, que además podemos ajustar a la velocidad que creamos conveniente, sobre todo al principio para no cansarnos demasiado.