La primera regla para sentarnos correctamente es adoptar una postura natutal manteniendo la espalda bien recta.

 

Sentarnos de cualquier forma mientras vemos la tele, comemos, leemos o estamos frente al ordenador puede ser el desencadenante de un dolor, así que no encorves la espalda cada vez que te sientes, ni siquiera un poco, y nunca flexiones el cuello hacia adelante, procurando igualmente  que tus hombros no  se desplacen hacia adelante.

 

Las posturas inadecuadas generan tensión de espalda, y aunque cuando aparece el dolor podemos mitigarlo con analgésicos y tratamientos de frio o calor, lo mas lógico es poder evitarlo en lugar de ponerle remedio una vez que aparezca.

 

Una vez que el dolor se manifiesta a la altura de las lumbares, cervicales o en cualquier otro punto de la espalda, generalmente hay que reposar para no forzar la espalda y sobre todo para que se reduzca la inflamación que haya podido crearse.

 

Dormir en un buen colchón también contribuye a mantenernos mas sanos, puesto que una buena base firme y más dura nos sujetará mejor, tal como ocurre con los colchones viscolásticos que nos sujetan impidiendo que nos encorvemos o nos hundamos.