Somos tan desproporcionados que compramos automóviles que alcanzan los 250 kilómetros por hora, y nunca los vamos a poner a esa velocidad, pero lo peor de esto es que si además los compramos a plazos aún nos podríamos cuestionar si realmente es necesario "hipotecarnos" durante meses por ir subidos en algo a lo que nunc ale vamos a sacar el 100% del rendimiento.
Comprar a plazos un artículo de lujo, a mi criterio es un mal negocio, pero los humanos somos así, sobre todo porque en el 80% de los casos quienes compran artículos de lujo no caen en la cuenta de que primeramente habría que tener las cosas necesarias antes que las que no lo són.
En contraste con estas compras están las que deberían ser moralmente obligatorias, y entre ellas, las necesarias, como en el caso de los colchones, algo que queda en el olvido hasta que uno hace una mudanza, o simplemente cae en la cuenta cuando mira algún anuncio o reportaje sobre colchones.
Todos nos acordamos de lo mal que dormimos al levantarnos, pero conforme va pasando el día se nos olvida que el dolor de espalda viene de un mal descanso, pero no pensamos nunca en cambiar el colchón.
¿Acaso no es esto una estupidez? Si no tenemos los pilares básicos, ¿para que queremos comprar otras cosas? , la respuesta nunca va a ser lógica porque de una acción ilógica no se puede extraer una conclusión basada en el razonamiento.
No es la primera vez que veo que las amas de casa cambian las cortinas del salón por otras de diseño más moderno y se olvidan que en sus dormitorios tienen un colchón que debería havberse cambiado hace algunos años..
Todos debemos de dormir en un colchón de calidad, y en especial las personas mayores que necesitan un descanso especial porque sus huesos no son los de una persona joven, y la única forma de descansar es utilizar un colchón viscolástico que protegerá su espalda de malas posiciones.
En definitiva, hay que priorizar las compras y comenzar por tener lo mejor para el descanso, y pensar en cambiar el colchón antes que cualquier otra cosa.