Las personas impedidas o lesionadas que tienen que ir en silla de ruedas necesitan que esta sea cómoda en todo momento, no solamente en cuanto a la posición del cuerpo sentado, sino también en lo concerniente a maniobrabilidad.Aunque la persona que esté en la silla de ruedas tenga siempre un acompañante o cuidador, la propia silla debe poder moverse y girarse fácilmente sin ayuda de nadie, de forma que al menos el propio usuario pueda darse la vuelta o recorrer unos metros si fuera necesario.
Al equipamiento de las sillas de ruedas pocas cosas hay que añadir, pero en casos concretos resulta muy útil un cojín para el asiento, un reposacabezas o una manta para tapar las piernas, aunque ya existe una manta especial para sillas de ruedas que tiene una forma anatómica y un broche para la cintura que permite que la manta se quede en una posición fija y no resbale ni caiga al suelo.
La manta para sillas de ruedas tiene unas propiedades térmicas adecuadas para cubrir las piernas y formar una barrera contra el frío, además de ser impermeable, lo cual es excelente ya que puede sorprendernos un chaparrón y al menos estaremos protegidos.
Otra de las ventajas de la manta para sillas de ruedas es que tiene un tamaño universal válido para todo tipo de sillas de ruedas y por tanto se acopla enseguida sin necesidad de acortarla ni doblarla, pudiéndose poner o retirar en cuestión de segundos.