Una pastilla se fabrica a partir de sustancias en polvo que una vez mezcladas, se prensan o comprimen y de ahí precisamente le viene el nombre de comprimido.

 

Por tanto un comprimido es sencillamente el resultado de meter el principio activo del medicamento junto con sustancias aglomerantes, y someterlas a una gran presión y compresión.

 

Una vez que tomamos el medicamento en forma de comprimido, su estructura hace que el polvo no se disuelva en el camino sino que llege entero al estómago y allí se diluya precisamente porque en nuestro estómago hay sustancias que aceleran la disgregación y disolución del medicamento.

 

Ese y no otro es el secreto de que cada pastilla esté formulada y fabricada de manera mas o menos comprimida, para evitar que se disuelva en el camino y  solo lo haga cuando entre en contacto con los fluidos del tracto gastrointestinal, y de esta manera pase al torrente sanguíneo y sea la sangre la encargada  de distribuirlo al lugar indicado para ejercer su acción farmacológica, ya sea el corazón, los músculos o el própio estómago.

 

Siempre hay que tomar la dosis justa

 

Los medicamentos están formulados con la medida exacta, fruto de años de investigación, así que en ningún caso se debe propasar la dosis establecida por el médico, pero tampoco hay que tomar menos dosis de la que nos indican.

 

Los medicamentos que vienen en forma de sobre se pueden dividir fácilmente en el caso de que tengamos que tomar solamente medio sobre, ¿pero que ocurre con los medio comprimidos?

 

Partir una pastilla parece lo más fácil del mundo, pero tal y como hemos explicado, estas suelen venir prensadas y por tanto no es facil partirlas con un cuchillo, máxime cuando estos no tienen un filo perfecto ni las pastillas están señalizadas.

 

Algunios comprimidos si que vienen con una muesca o marca precisamente para facilitar el cortado o la partición, pero ni aun así una persona mayor podrá hacerlo con sencillez y sobre todo con precisión.

 

Con los medicamentos no se juega, así que si hay que partir una pastilla solamente debe hacerse con el único método eficaz que consigue dividir un comprimido en dos partes iguales, el partidor de comprimidos.

 

Este partidor de pastillas es un sencillo aparato que parece una grapadora de oficina y es que funciona de manera muy parecida ya que para partir el comprimido solo hay que levantar la parte de arriba, colocar la pastilla y cerrar el aparato.

 

Cuando se trata de partir pastillas, de verdad que aunque parece fácil, es difícil dividirlas sin deteriorarlas y en la mayoría de los casos solo alcanzaremos a tener una media poco exácta ya que el trozo quedar´o mas grande o mas pequeño de lop que corresponda y por tanto la dosis tampoco será la óptima a no ser que usemos este sencillo aparato para partir pastillas.