Una de los motivos que lleva al paciente a acudir a la consulta médica es el dolor de espalda, y aunque este tipo de dolor puede ser provocado por varias cuestiones e incluso manifestarse sin motivo aparente, lo más inmediato es proceder a calmar esos sintomas de dolor y a poner remeio a la causa que lo genera.
Comunmente el médico le tomará la tensión para averiguar no solo la causa del dolor, sino también para comprobar su estado de salud, una práctica que también podemos hacer nosotros mismos en casa con la ayuda de un tensiómetro electrónico, un aparato para controlar la salud tan económico, que debería ser tan habitual como el termómetro.
Para el alivio del dolor es bueno que sigamos las recomendaciones del médico, que segúramente nos recomiende aplicar calor local ya que este produce una dilatación de los vasos sanguíneos tanto en la zona que recibe el calor como en los tejidos adyacentes aportando un bienestar casi inmediato pues actúa como analgésico local que consigue calmar el dolor en cuestión de minutos y esa es la razón de que los facultativos lo recomiendan junto al reposo cuando aparece una lumbagia o un dolor de espalda o cervicales.
El calor local que proporciona una manta eléctrica o una almohada cervical eléctrica aporta numerosos beneficios siempre que se aplique de forma correcta ya que hay que tener en cuenta que el calor aplicado localmente disminuye la sensibilidad al dolor, y que no debe aplicarse sobre zonas inflamadas.
Aunque no nos duela nada, no hay que dejar de acudir al médico, ya que la manifestación del dolor sirve de alerta pero hay otras patologías que no se manifiestan con dolor o este puede pasar desapercibido haciendonos creer que se trata de otra dolencia.
Nuestra recomendación es que acuda regularmente al médico o coja cita con la enfermera para que le tome la tensión regularmente, le pese, le haga la prueba del azucar y le dé las instruccines necesarias para las próximas visitas.