Cuando se presenta un dolor cervical no siempre se debe a la misma patología pero en la mayoría de los casos el dolor remite o se alivia utilizando calor local que llega a toda la zona si se aplica correctamente.

 

Cuando acudimos al médico de cabecera, al traumatólogo o al rehabiitador por un dolor de cervicales, lo más seguro es que nos recomiende la aplicación de calor local y algún que otro ejercicio si procede.

 

Como hemos comentado en alguna ocasión, en las radiografías se pueden ver las vértebras cervicales con mas o menos claridad, y el médico podrá realizar un primer  diagnóstico, para determinar la causa del dolor, aunque si este vá acompañado de otros síntomas , es posible que nos hagan una electrromiografía, un TAC o una resonancia magnética donde se aprecie con más claridad toda la zona.

 

El calor local puede aplicarse con una bolsa de agua caliente, pero indudablemente al tratarse de una zona tan concreta, lo ideal es utilizar la Almohadilla Eléctrica Cervical  Beurer que con sus tres niveles de potencia reguladas electrónicamente mediante pulsadores podemos poner un calor ideal para que estemos a gusto  dependiendo de la temperatura que más nos agrade.

 

Como medida de seguridad, la almohada cervical  incorpora un sistema que la desconecta a los 90 minutos, algo que tiene mucha utiidad sobre todo cuando nos quedamos durmiendo.