Cualquiera que no sepa lo que es un orquidómetro, jamás adivinaría lo que es y mucho menos para que sirve el artefacto de la fotografía que ilustra este post, ya que a simple vista parece una especie de serpiente de juguete o un collar de cuentas entrelazadas de diversos tamaños.

 

El aparato en cuestión representa una cadena de óvalos de madera de distintos tamaños organizados y unidos de forma ascendente, que además llevan serigrafiados unos números que identifican cada una de las piezas.

 

Este aparato también es conocido con los nombres de  "Bolas de Prader” o “Rosario del endocrino”.

 

En realidad las cuantas del orquidómetro no son otra cosa que piezas de referencia para compararlas con los testículos y detreminar su tamaño en una escala preestablecida.

 

Este instrumento fué  desarrollado en el año 1966 por el pediatra endocrinólogo Andrea Prader, de la Universidad de Zúrich a quien se le ocurrió la idea con el fin de poder tener un instrumento con el que comparar los testículos para conocer aproximadamente su volumen.

 

El orquidómetro tiene doce cuentas que habitualmente son de madera o plástico, unidas con una cuerda interior. Las cuentas simulan testículos con tamaños que van de 1ml a 25ml, que facilitan a los endocrinos su labor profesional cuando tienen la necesidad de explorar los testículos de un paciente.

 

Las cuentas se comparan con los testículos del paciente y el volumen de éstos se obtiene a partir de la cuenta cuyo tamaño sea más similar y hoy en día no hay otro aparato que facilite tanto esta labor a pesar de que a primera vista no parezca un instrumento médico.